Sobre una propiedad prototípica de 25×65 mts cuyo frente mira hacia la avenida Separadora industrial y cuya acera opuesta delimita el distrito así como el uso, tomamos el encargo de proyectar una clínica de rehabilitación física, que satisfaciendo la demanda del cliente cuya edificación principal se encuentra a escasas cuadras de distancia, nos irrogó el desafío de plantear una transformación de usos que a manera de continuidad de corredor de salud, impactara positivamente la desvalorización y el desuso que por diversas razones esta zona adyacente al uso de Salud, había caído a lo largo de las últimas décadas. Entendiendo ciertos conceptos estáticos de usos, separaciones distritales, pero al mismo tiempo amparado sobre la amortiguación que provee el espacio verde central y asumiendo usos residenciales en desaparición por evidente argumento comercial, la única alternativa de desarrollo posible sobre estos frentes seria el de una industria informal y comercio empobrecido.
Una contradicción sobre la ciudad pujante y que aspira a mejora. Por el contrario, el contagio de uso de salud, tan escaso o inexistente entre los gestores municipales, y evidenciado mas que nunca a raíz de la pandemia, dota por súbita desgracia como una alternativa valida y necesaria. El programa se distribuye en 2 niveles y 1,000 m2, ocupando la edificación apenas el 50% del total de la superficie en espera de una futura segunda etapa.